Lionel Messi está viviendo momentos muy apacibles después de su salida intempestiva del Barcelona. La conquista de la Copa América tras la final ganada a Brasil en el Maracaná le dio paz a su espíritu, le sacó una mochila pesadísima y se lo ve más contento que nunca.

Su llegada a un PSG plagado de argentinos, y con su amigo Neymar, resultó una solución impensada que aumentó el buen momento.

Para colmo se encontró con un entrenador como Mauricio Pochettino que sabe llevar estos planteles plagados de estrellas, y que valoriza los esfuerzos para jugar con la celeste y blanca.

Por eso, este sábado estuvo en la tribuna junto a Ángel Di María tomando mate, y lo hizo con un equipo muy particular.