El pase de Neymar al Paris Saint-Germain no se cierra del modo que los catalanes hubieran querido. El romance entre el equipo de Messi y el brasileño terminó como casi todos los romances: con peleas y acusaciones cruzadas.

Y la pelea tiene un origen: 26 millones de euros. El delantero le reclama esa cantidad al club catalán por la renovación de contrato efectuada en noviembre de 2016, según anuncia el portal de noticias Globoesporte.

De esta forma se estima que el litigio entre el actual delantero del club francés y el Barcelona podría llegar la próxima semana a la Cámara de Resoluciones de Disputas de FIFA, según anticiparon allegados al jugador.

Es que las autoridades de la institución catalana, a raíz de las negociaciones del futbolista con el club francés, consignar ante notario el dinero que debía pagarle en concepto de prima por renovación, dejándolo supeditado a la continuidad del mismo.

Así, una vez consumada la rescisión de contrato de manera unilateral por Neymar, tras la ejecución de la cláusula de 222 millones de euros, el club anunció que no abonará el monto pautado con el jugador el año pasado.

Una pelea que, al parecer, solamente llegará a su fin en los tribunales futbolísticos.