"Un compañero del grupo de Whatsapp nos escribió esta mañana comentando lo que había pasado. Me quedé helado. Le quiero dar mis condolencias a la familia", fueron las primeras palabras de Alexis Valenzuela, el delantero de Juventud Unida que chocó con Emanuel Ortega antes de que el joven impactara su cabeza contra un paredón prácticamente pegado a la línea de cal.

En diálogo con el programa radial De Una Otro Buen Momento, el jugador relató su versión de los desafortunados hechos del 3 de mayo pasado. "Era un partido tranquilo. Habíamos convertido un gol rápido. En el segundo tiempo el partido se calentó un poco. En el momento que choca con la pared nos dimos cuenta que era algo grave y pedíamos ayuda para que lo atiendan", contó Valenzuela.

El jugador de San Martín de Burzaco, muy compungido, contó que ante la gravedad de la lesión de Ortega fue tildado de "mala leche" y varios lo culparon por el golpe.

"Me gritaban mala leche, que no podía hacer ese tipo de jugada. El juez de línea me dijo que estuviera tranquilo. Al único que culpaban era a mí, pero estaba tranquilo porque fui a disputar una pelota. Sin mala leche", se defendió el futbolista del ascenso.

Sobre las críticas que recibió el estadio en cuestión por el triste desenlace, Valenzuela advirtió que este lamentable suceso podría haber ocurrido en cualquier estadio del fútbol de ascenso en la Argentina. "Hay muchas canchas del ascenso que están muy cerca del paredón. No teníamos que llegar a esto", concluyó.