¡¡¡Pero qué lindo que es el fútbol!!!
Hay tantos campeonatos como minas o tipos. Hay tantas formas de salir campeón como matrimonios. Hay tantos campeones como amantes.
Partimos de la base que festejamos a todos los que salen primeros; a los que llegan primero y a los que salen campeones aplaudiendo y vitoreando. Pero es cierto también que hay campeones que enamoran, otros que calientan y otros que son lo que hay. Todos valen; todos sirven, pero cada uno para una parte diferente de la historia.
Yo me voy a permitir hacer una radiografía de las cosas que tiene que lograr un campeón para que a mí me guste. Insisto; los aplaudo a todos, pero éstos me gustan más.
Primero debe ser un campeón inapelable. Que domine siempre y que nunca fuera superado aún en las 2 o 3 derrotas que sufra. Un campeón gana de local siempre; y de visitante gana el 50% de los partidos; empata un 20% y pierde el 30% restante.
Un campeón te mete, al menos, 2 goleadas de 4-1 o 4-0 y te clava un empate en 0 con un equipo de los que no están pasando un buen momento.
En los 4 o 5 partidos que ganan como visitante; 2 deben ser en una cancha considerada difícil. Puede ser un genérico o puede ser aquella cancha que en forma puntual le es históricamente difícil al candidato.
Un campeón hace goles en todos los partidos incluso en los que pierde; de hecho abre siempre el marcador menos obviamente, en el 0-0 mencionado más arriba.
El campeón da vuelta sólo un par de partidos. Los otros los gana de punta a punta y en los que pierde tiene mala suerte o el arquero rival es la figura del encuentro.
Un campeón llega a la anteúltima o última fecha con la posibilidad de consagrarse como tal, con solo empatar.
Ante lo parejo que han sido los últimos torneos; no tuve la posibilidad de ver alguno así pero he visto algunos campeones mejores que otros. También es cierto que la paridad muchas veces se disfraza de coartada y permite una vía de escape a las cosas que salen mal. Pierdo con el último; le gano al segundo, empato con el primero y con el decimoquinto y vuelvo a vencer al octavo. Resultado: un torneo parejo… con un campeón parejo al resto
El fútbol argento, pienso, se está acostumbrando (si no lo hizo ya) a dar por hecho que todos los partidos serán parejísimos; que todos los equipos son grandes equipos o que cualquiera le gana a cualquiera. También creo que es mucho más angustiante que se piense que cualquiera puede perder con cualquiera. De una u otra forma… cualquiera no gana siempre.
Es una era de otra forma de campeonar. Ni mala, ni mejor, ni peor. Otra.
Si buscás una chica o un tipo, probablemente, arranques con una serie de solicitudes que vayan variando en virtud de lo que vas encontrando.
Entonces del amante, seductor, seguro, salvaje, tierno, divertido y si tiene algo de pancita no importa; pasamos al gordito simpático y honesto porque es lo que hay.
De la que tiene buenas gomas; linda cola, es piola, sexy, se toma un trago con vos y le gusta ir a bailar; pasamos a la que solo tiene buenas gomas, pero lo más importante es que lo disfrutamos de la misma manera!!!