Una vez más, el historial de un integrante del Frente Renovador, da una idea de la composición política del partido que se anuncia como el cambio de rumbo que necesita el país.

En este caso se trata de Julio “El Negro” Ledesma, un sindicalista del Oeste del conurbano que forjó su poder gracias a acuerdos políticos de todo tipo, y un manejo turbio del Sindicato de Empleados y Obreros de Comercio y Afines (SEOCA).

La agrupación Dignidad y Transparencia denunciará a Ledesma por el manejo irregular de los fondos del sindicato y de ser propietario de varias firmas que lo proveen. Por lo que en los próximos días será investigado por presunto enriquecimiento ilícito, informó el portal Infogremiales este viernes.

Desde la oposición señalan a Ledesma como el dueño de una importante cantidad de empresas que, no casualmente, son proveedoras del SEOCA. Apuntan específicamente a frigoríficos, servicio de transportes y distribuidoras de bebidas entre los negocios que presuntamente se realizan a nombre de testaferros. Además, le cuentan al líder mercantil varias propiedades entre casas, quintas, campos y casas de veraneo.

Las desprolijidades del sindicalista de La Matanza, no sólo se dan en el orden gremial. Los saltos de partido político de “El Negro” recuerdan los movimientos del caballo de ajedrez, aunque algo más rudimentarios que los del complejo juego de mesa.

En 2007 asumió como diputado por el FPV. Pero enojado porque no le dieron la Indentencia de La Matanza, inmediatamente se pasó a las filas de De Narváez. En 2009 el gremialista fue reelecto por la lista de De Narvaéz, Unión-PRO. Mas, el hombre volvería a cambiar de color, y en 2013 asumió como diputado provincial por el Frente Renovador.

Un hecho curioso es que el líder mercantil cuenta en su currículum con la particularidad de ser el único diputado en votar en contra de la ley que garantiza el acceso integral a los procedimientos y técnicas de reproducción humana asistida.

Pero el accionar oscuro de Ledesma en lo gremial, no sólo es en las cuentas. En los 25 años en que dirige la seccional de Comercio de Zona Oeste la violencia y el amedrentamiento a los opositores es moneda corriente.

La justicia investiga a su hijo, Rodrigo Ledesma, Secretario de Juventud del sindicato, por haber agredido a miembros de la oposición en una asamblea en mayo pasado.  Las denuncias radicadas en la UFI Nº 3 de Morón, investigan a Rodrigo Ledesma y otros por atacar con golpes y balas a trabajadores de comercio que se disponían a presentar una lista alternativa en el gremio.

El avance de las actuaciones expone los vínculos de la conducción del SEOCA con barrabravas. Las investigaciones sobre la violencia sindical de los Ledesma los unen con las barras de Morón y Laferrere, dos importantes clubes del ascenso del oeste del conurbano. Tan estrecha es la relación entre la conducción mercantil con estas barras, que ambas estuvieron presentes el pasado 26 de septiembre en los festejos que encabezó el propio Julio Ledesma por el día del empleado de comercio.

La violencia del SEOCA, que expulsó a la oposición de la asamblea que debía conformar la junta electoral, además provocó irregularidades que fueron constatadas por el Ministerio de Trabajo de la Nación. La cartera laboral decidió, entonces, intervenir y suspender los comicios de renovación de autoridades. Desde ese momento el Ministerio no se expidió sobre los pasos a seguir, por lo que se espera su decisión para regularizar la situación y poner fin a la virtual acefalía del gremio.

Luego de la suspensión de los comicios y con el objetivo de amedrentar a los “revoltosos” la conducción del SEOCA comenzó un proceso sistemático de persecución de opositores. Desde entonces distintos referentes de la oposición percibieron un metódico hostigamiento en sus lugares de trabajo, despidos, y hasta fue baleado el domicilio de Maximiliano Gómez Peredo, delegado de Garbarino y dirigente opositor.