Mientras la oposición solo hace campaña, qué pasa realmente en el conurbano
Un informe de la Universidad Nacional de General Sarmiento (UNGS) permite ver el impacto de la pandemia en el conurbano desde las variables de salud, trabajo, provisión alimentaria y seguridad.
"La irrupción de la pandemia en el conurbano bonaerense puso en crisis los ya preexistentes desequilibrios urbanos en la provisión de servicios públicos", analizó Rodrigo Carmona, investigador responsable del informe que realizó el Instituto del Conurbano (ICO) y del Instituto de Ciencias (ICI) de la UNGS.
La sociedad atraviesa una situación compleja, en gran parte producto de la pandemia. Pero también en que la oposición política de Argentina, en lugar de hacer foco en los problemas reales, o intentar aportar soluciones, se dedica a embarrar la cancha con eslóganes y pelotazos en contra de las medidas de cuidado básicas para poder bajar la ola de contagios. En el medio, investigadores y académicos de las universidades aportan una mirada real sobre lo que sucede.
Con el foco puesto en cuatro aspectos centrales en la vida de la población y la gestión pública en tiempos de crisis (salud, producción y trabajo, provisión alimentaria y seguridad), los informes de la UNGS abordan problemáticas territoriales y transformaciones ocurridas en los planos municipal y regional.
La salud aparece en primer plano en la agenda pública. El equipo de investigadores e investigadoras advierte sobre las brechas de infraestructura (disponibilidad de camas) en una región profundamente desigual, así como las brechas que en 2020 hubo en las asignaciones presupuestarias entre municipios ricos y pobres, fuertemente afectadas por la inflación, o las brechas entre municipios que cuentan con hospitales propios y aquellos que no.
Respecto de la cuestión alimentaria, para el estado, atender las necesidades de alimentación fue prioritario. Esto puede verse en los aportes que implicaron el Ingreso Familiar de Emergencia y la Tarjeta Alimentar. Incluso los gobiernos municipales que vieron deteriorado su presupuesto “real” o poder de compra general (todo el gasto) en un 14%, incrementaron su gasto real en desarrollo social en un 43%, al tiempo que el gasto en asistencia alimentaria puntualmente, se incrementó en un 107% -también en términos reales- gracias al aporte de la provincia de Buenos Aires a través del Servicio Alimentario Escolar, que cuenta con la red de comedores más institucionalizada en la región.
Sobre el panorama de la producción y el trabajo, más allá de las mejoras en los últimos meses por la reactivación económica, se advierte que muestra límites y complejidades.
"No se pueden hacer rápidas generalizaciones sobre el impacto del Covid-19 en la industria del Gran Buenos Aires ya que hay una enorme variedad de situaciones y comportamientos”, indica Carmona en relación al análisis difundido.
Por otra parte, agrega: “los devastadores efectos provocados por la pandemia con fuerte impacto sobre el empleo informal, no repercutieron tan fuertemente en el desempleo de los trabajadores asalariados formales y registrados contenidos en gran parte por la acción estatal”. No obstante estos impactos son desiguales a nivel territorial, como ilustra la siguiente cartografía.
Por último, en materia de seguridad, las principales acciones implementadas por estados locales en las distintas etapas de la pandemia tuvieron que ver con tareas de apoyo y coordinación en torno a las medidas sanitarias y tareas de vigilancia y control. Sobre las problemáticas vinculadas a la violencia de género, se observa la concentración de femicidios y el aumento de los mismos en el contexto de aislamiento impuesto, alcanzando cifras alarmantes como ilustra la infografía.