Crece la interna entre los intendentes massistas por la gobernación
Si hace unos meses Darío Giustozzi era el candidato del Frente Renovador para pelear por la provincia, el panorama cambió bastante en los últimos días. El intendente Gustavo Posse y el ex gobernador Felipe Solá, también se anotan.
Las fichas se reordenan en el mapa de político de la Provincia, y los que se confluyeron en el Frente Renovador quieren sacar una tajada por arriezgarse en favor de Sergio Massa.
El exintendente de Almirante Brown, Darío Giustozzi, su par de San Isidro, Gustavo Posse, el de Merlo Raúl Othacehé, pero también figuritas como el ex gobernador Felipe y la ex Denarvaísta Mónica López son, hasta el momento, los virtuales candidatos.
Si Massa va por la presidencia (llegó a decirse que podría bajar la candidatura), la gobernación bonaerense es el premio más ansiado para los intendentes que se jugaron por este armado político.
Con sólo un cargo en venta y muchos oferentes, la interna del FR podría dirimirse en las PASO. Sin embargo, ninguno se anima a afirmarlo rotundamente, ya que en su interior, son varios los que esperan que Massa los señale con la varita mágica del poder y los ascienda como candidatos indiscutidos.
El primero que creyó que el cargo era suyo, fue el ex intendente de Almirante Brown, Darío Giustozzi. El actual diputado nacional por el Frente Renovador es uno de los hombres más importantes del massismo. Recientemente fue envíado a Estados Unidos como representante del FR en las tratativas del país por el juicio de los fondos buitre.
Sin embargo, ni siquiera todos estos distintivos le aseguraron a Giustozzi la candidatura. Al parecer, Sergio Massa le abrió la puerta a otros de los intendentes que se pasaron a sus filas y ahora quiere armar una gran PASO con todos los precandidatos. Es que el que mucho promete, poco reparte, o reparte distinto a lo prometido.
El primero en sumarse al juego es el intendente de San Isidro, Gustavo Posse. El hijo del Melchor, sucedió a su padre en 1999 al frente de la comuna de zona norte. El hombre que viene del radicalismo hoy le escapa a su pasado y se propone como la renovación política.
El último en sumarse, fue el exgobernador bonaerense Felipe Solá. El antecesor de Scioli ha ido saltando de partido en partido en el afán de recuperar la jefatura provincial. Solá fue diputado por la lista Unión-PRO y ahora lo es por el massismo. Al parecer Sergio Massa está entusiasmado con su precandidatura.
Pero las internas del massismo dan para todo. También la blonda Mónica López quiere su lugar como postulante a la gobernación. La mujer era una histórica de De Narváez, pero cansada de no lograr una candidatura fuera de Avellaneda, López también se pasó al massismo.
En este mapa, con dardos y fuego cruzado que, por ahora, se dice por lo bajo, el Frente Renovador se la juega a sumar o quebrar. De hecho, Massa le gustaría que también el diputado Martín Insaurralde participe de la interna a la gobernación.
Con más de un año por delante, y un mes con el mundial como atracción principal, el armado del Frente Renovador por ahora se sostiene de la ambición por el cargo a la gobernación. Mientras todos tengan virtualmente el lugar, las disputas no superan la necesidad de estar unidos. Pero todo podría cambiar cuando la mentada fecha electoral se acerque.