Medios internacionales dan cuenta del caso de dos personas, una de 23 y otra de 57 años, que se curaron espontáneamente del Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH), quienes nunca habían recibido tratamiento alguno ni presentaban síntomas.

Según lograron demostrar los científicos en sus análisis de los casos, el virus estaba inactivo gracias a un sistema de interrupción de la información suministrada por los genes de virus, denominado ‘codon-stop’, que hace que el virus se vuelva incapaz de multiplicarse aunque siga presente en el ADN de los pacientes.

A través de un artículo publicado en la revista especializada Clinical Microbiology and Infection, los investigadores aseguran que las interrupciones se deben a una enzima conocida como Apobec, lo que abre un camino cierto hacia la cura del mal.

“Esta observación representa una pista para la cura”, explicó Didier Raoult, profesor de la facultad de medicina de Marsella (Francia), coautor del informe con otro equipo francés dirigido por el profesor Yves Levy.

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Ese camino para la cura del VIH, que actualmente afecta a unas 35 millones personas en el mundo, estaría representado por la estimulación y el uso de esta misma enzima.