El paciente, de cuarenta y un años, llevaba varios meses con tos, fatiga y pérdida de peso. Un examen reveló que tenía el parásito estomacal Hymenolepis nana (H. nana),que se estima que afecta a 75 millones de personas en el mundo.

También tenía tumores que a simple vista parecían normales, dada su condición de salud, aunque cuando realizaron los análisis descubrieron que las células cancerígenas no eran humanas; sino que tenían un décimo del tamaño habitual.

"Realmente no tenía mucho sentido",explicó  a la BBC el doctor Atis Muehlenbacs de la unidad especial del CDC (Centro de Control de Enfermedades de Estados Unidos).


Muehlenbacs no sabía qué pensar de las muestras que recibió. El patrón de crecimiento de las células era como el cáncer, pero también se fusionaban, algo muy extraño en células humanas.



"Este ha sido el caso más inusual, me causó muchas noches de insomnio", aseguró Muehlenbacs. "Debía ser obvio: cáncer o infección, pero lo que es inusual es no poder identificar durante meses cuál de los dos era".


Finalmente un análisis molecular identificó niveles altos de ADN de la lombriz solitaria en los tumores. Es decir, se trataban nada más y nada menos que células cancerígenas de un parásito estomacal.

El paciente ya estaba muy enfermo cuando descubrieron la causa de su empeoramiento y falleció a las 72 horas de haber sido internado.

Se trata del primer caso que se conoce de trasmisión de células cancerígenas de un parásito a humano.

Recién esta última semana se reveló lo que podría ser el motivo de este misterio para la ciencia de un "cáncer no humano". El editor de salud de la BBC, James Gallagher, informó  que lo que ocurrió fue que, en vez de que- en este caso- el gusano desarrollara cáncer, se cree que uno de los huevos penetró el revestimiento de los intestinos, mutó y se volvió cancerígeno.

Fuente: BBC