Pasar hambre: una marca que queda en los genes durante generaciones
El sufrimiento por hambruna afecta el cuerpo y la mente. Ahora, un grupo de científicos señala que es un efecto que puede incluso quedar en los genes.
Descubrieron que "Pasar hambre" tiene un efecto que se incorpora a la carga genética. Así lo determinaron un equipo de científicos de la Universidad de Tel Aviv y la Escuela de Neurociencia Sagol (Israel), el Centro Médico de la Universidad de Columbia (EE.UU.) y el Instituto Médico Howard Hughes (EE.UU.).
"Hemos identificado un mecanismo llamado 'pequeños ácidos ribonucleicos (ARN) de herencia', que permite a los gusanos transmitir la memoria del hambre a varias generaciones", explica Oded Rechavi de Tel Aviv.
Los investigadores descubrieron que los gusanos que fueron sometidos a inanición y murieron al principio de su desarrollo producían pequeños ARN implicados en la nutrición.
"Nos sorprendió descubrir que los bisnietos de los gusanos hambrientos tenían una vida útil más prolongada", dijo Rechavi. Una carga genética que podría permitir a los padres preparar a su progenie para las dificultades en el futuro.