El Roffo incorporó nueva tecnología para detectar el cáncer de mama
El primer equipo en el país y América Latina de alta precisión en seguimiento de cáncer de mama que permite detecciones muy tempranas de tumores de menos de un milímetro y es la forma de detección más precoz que existe hoy en el mundo.
Así lo indicó Berta Roth, jefa de Terapia Radiante y Diagnóstico por Imágenes del Roffo, un instituto de la Universidad de Buenos Aires (UBA), al hablar del PET (por sus siglas en inglés, Positron Emition Tomography), que fue presentado el lunes durante una videoconferencia con la presidenta de la Nación desde Casa Rosada.
Mediante la captación de imágenes a través de positrones a partir de una mínima porción de sustancia radioactiva que se le administra a un paciente antes de efectuar el estudio, ya sea en forma oral, endovenosa o inhalatoria, el PET es un aparato específico para mamas que "permite detecciones muy tempranas de tumores de menos de un milímetro y es la forma de detección más precoz que existe hoy en el mundo”, dijo Roth.
"Hasta el momento, para realizar un diagnóstico de cáncer de mama se contaba con ecografía, resonancia de mama, mamografía y tomosíntesis, que son imágenes anatómicas, uno puede decir es más grande, más chico, tiene esta forma, así se ven los bordes”, indicó la especialista, mientras que "con el PET se estudia la función, es decir, nos permite saber si está o no creciendo, si tiende a ser maligno" y otros datos y además es "un estudio no invasivo".
Además señaló que "esta nueva tecnología cuenta con una resolución hasta cuatro veces mejor y con unas dosis de trazado mucho menor, por lo que es más confortable para el paciente que tiene que ubicarse boca abajo y no recibe las presiones que tiene con, por ejemplo, una mamografía".
Otra utilidad del nuevo equipamiento es para la evaluación de los tratamientos: cuando "un oncólogo recomienda quimioterapia a una paciente con un tumor muy pequeño, hacemos un PET para ver si la quimioterapia aplicada "es útil o no, si disminuye en intensidad" y, si no se ven resultados "se cambia la quimio", indicó.
"Esto tiene que ver con una tendencia que es ir hacia la medicina personalizada, con la posibilidad de elegir el mejor tratamiento para cada paciente, y no con aplicar a todos lo mismo porque habrá algunos que responden y otros que no", apuntó.
En la Argentina, el cáncer de mama es la principal causa de muerte por tumores en mujeres y produce 5.400 decesos por año. Se estima que existen 18.000 nuevos casos anuales; la detección temprana es fundamental y se calcula que los tumores de menos de 1 centímetro tienen hasta el 90 por ciento de probabilidades de curación.
El PET demandó una inversión de 6 millones de pesos más otros 2 millones para adecuar las instalaciones, y fue adquirido por la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) en el marco del trabajo conjunto que este organismo dependiente del Ministerio de Planificación de la Nación realiza junto a la UBA en el ámbito de la Medicina Nuclear en el Instituto Roffo.