Diez años de estrés pueden producir todos estos cambios en tu rostro
Una periodísta británica decidió visualizar los efectos que tiene un trabajo estresante sobre la salud y los signos que deja en nuestra piel.
Muchas veces los seres humanos no medimos las consecuencias de vivir estresados. Largas horas de manejo hasta el trabajo, extensas colas hasta tomar un transporte público, un jefe irritante, una tarea demandante y una excesiva responsabilidad pueden ser algunas de las características que hagan de nuestro empleo una situación que nos estresen.
Fue por ello que la periodista británica Anna Magee decidió visualizar estos efectos en el cuerpo de las personas que padecieron estrés laboral. Para concretar su experimiento la editora del portal healthista.com hizo una alianza con la artista Auriole Prince, especializada en 'software' sobre el envejecimiento.
Magee fue la primera voluntaria. Pidió que crearan una imagen de ella misma 10 años después si continúa trabajando con la misma intensidad que en la actualidad. Posteriormente El diario 'The Daily Mail' decidió ampliar el experimento y pidió a otros tres voluntarios que permitieran visualizar cómo serán dentro de una década.
Los resultados publicados en RT fueron impactantes:
Más canas
Los niveles altos de hormonas de estrés en la piel provocan que los folículos pilosos sean despojados de un tipo de células madre que dan al pelo su color, según un informe publicado el año pasado, explica la periodista británica.
Mandíbula aumentada
Rechinar los dientes es típico de muchas personas estresadas, lo que genera el aumento del tamaño de la mandíbula.
Bolsas
No dormir lo suficiente y estar obsesionado con madrugar —fenómenos casi siempre relacionados con el estrés continuo— no pueden compensarse con el descanso durante los fines de semanas e inevitablemente se refleja en la cara, sobre todo en unas notables bolsas bajo los ojos.
Más manchas en la piel
El acné y el estrés están directamente relacionados, así que si se sufre acné etario, a la edad que sea, se deben analizar los niveles de estrés, insiste Magee. El estrés causa una respuesta inflamatoria en el cuerpo y hace que los poros se obstruyan y se rompan. Cuando esto sucede, se produce el enrojecimiento y el grano. Por otra parte, a causa del estrés las glándulas suprarrenales (dos pequeños órganos asentados en la parte superior de los riñones que administran hormonas del estrés: cortisol y adrenalina) se vuelven hiperactivas, lo que libera más andrógenos, hormonas sexuales masculinas, y el exceso de andrógenos produce espinillas. En las mujeres este efecto es mucho más visible ya que sus glándulas segregan más andrógenos que las de los hombres.
Enrojecimiento
El estrés es también un elemento clave en las enfermedades inflamatorias de la piel como la rosácea, que se agrava si uno intenta remediar el estrés con el alcohol. Otras affeciones inflamatorias de la piel, incluidos los eccemas y la psoriasis, también están directamente relacionadas con el estrés.
Poca luminosidad y flacidez en la piel
El corazón bombea más sangre de la habitual a los músculos para hacer frente a las situaciones de estrés y esto ralentiza el flujo sanguíneo, lo que a su vez causa deshidratación: esto significa que las vitaminas, la sangre y la humedad abandonan la piel para concentrarse en los músculos.
Piel seca y líneas finas
El estrés reduce la barrera de protección que tiene la piel. Esta barrera húmeda consiste en grasas, en lípidos. El estrés hace que estos se evaporen, y resulta muy difícil reemplazarlos, incluso con las mejores cremas, con lo cual la piel de las personas estresadas siempre se ve muy seca.
Envejecimiento acelerado
Un estudio realizado en EE.UU. concluyó que las mujeres que se sentían amenazadas con tareas estresantes parecían mayores a nivel celular, algunas incluso hasta 10 años más viejas que sus coetáneas, acentúa la periodista.