Descubren una proteína que podría predecir la metástasis y frenarla
La investigación revela que altos niveles de LTBP3 en los tejidos tumorales son señal probable de una metástasis. Sabiendo ésto, los médicos se pueden adelantar y ganarle a la expansión de la enfermedad.
Cuando existe un tumor maligno, puede crecer hasta que las células tumorales se desplazan a otras zonas del cuerpo a través del sistema linfático y ahí proliferar y formar un nuevo tumor. La metástasis es una de las etapas más difíciles del cáncer ya que las probabilidades de superarlo disminuyen apenas sucede. Los resultados de una investigación publicada en la revista científica Oncogene indican que hay una proteína que puede cambiarlo todo.
Los científicos la denominan LTBP3 y aseguran que libera una reacción en cadena que lleva a los tumores primarios a desarrollar nuevos vasos sanguíneos. La intervención de esta proteína es clave ya que los nuevos vasos sanguíneos son los que actúan de "carretera" para que las células tumorales se desplacen hacia otras zonas del organismo.
En otras palabras, esta proteína es la que se encarga de preparar el camino para que la metástasis se produzca, un proceso que se denomina angiogénesis y en el proceso a desarrollo de nuevos vasos sanguíneos que permiten a los tumores propagarse por el organismo tiene un papel fundamental.
Entonces, identificar altos niveles de esta proteína en los tejidos tumorales es señal probable de una metástasis y eso hace que la medicina pueda adelantarse y frenarla. "Los niveles más bajos de LTBP3 parecen estar asociados con un mejor pronóstico en pacientes con ciertos tipos de cáncer", según la doctora Elena Deryugina, autora principal del estudio.
Según investigaciones previas, la proteína LTBP3 se asocia con la molécula TGFβ para regular su secreción, activación y maduración. Los investigadores utilizaron modelos de tumores de embriones de pollo y un modelo de cáncer de cabeza y cuello en ratones para descubrir cómo LTBP3 está involucrado en la diseminación de células tumorales agresivas.
"Nuestros resultados experimentales mostraron que LTBP3 está activo en los primeros pasos de la diseminación metastásica", dicen los investigadores. El siguiente paso es investigar con precisión cómo LTBP3 y TGFβ se asocian bioquímicamente en la inducción de nuevos vasos sanguíneos en las profundidades de un tumor.