Crece la industria de los diamantes hechos a partir de cadáveres
El llamado 'diamante humano' se tornó un negocio popular, que comenzó en Suiza y en Estados Unidos, pero que rápidamente se expandió a 24 países.
Existe un negocio, impensado para muchos, que desde hace una década se está volviendo cada vez más popular: la conversión de restos humanos en diamantes.
Algunas de las empresas que forman parte de esta industria son la suiza Algordanza y la estadounidense LifeGem, la que también crea diamantes con restos de mascotas.
La primera de éstas convierte restos de entre 800 y 900 personas por año. Según comentó al portal NPR el dueño de la firma, Rinaldo Willy, la base de clientes se expandió a 24 países.
En la web de la empresa, que se denomina como "Memorial Diamons" se ve todos los países en los que tienen presencia como México, Canadá, Italia, Portugal, España, Alemania, entre otros.
Para la elaboración de la joya, el cliente debe mandar una pequeña parte del cuerpo de la persona fallecida, como una uña o un cabello, al laboratorio.
Luego, bajo temperaturas de alrededor de 2.000 grados centígrados y una elevada presión atmosférica, el material forma un diamante artificial que tiene la misma composición química que uno natural.
El proceso de elaboración dura unos tres meses y el precio del diamante más pequeño es de unos 5.000 dólares.
La mayoría tiene un tinte azulado debido al boro que tiene el cuerpo humano. Sin embargo, la joya de cada persona es única, aseguró el presidente de la empresa suiza.