Aparecen superbacterias en un río británico que son resistentes a los antibióticos
Hallaron en un río británico lo que llaman 'superbacterias' que son resistentes a los antibióticos. Se cree que se debe a la contaminación que produce la red fluvial del alcantarillado de Coventry, ciudad cercana a ese curso de agua. En el conurbano, esas superbacterias ya son conocidas.
De acuerdo a los investigadores de la Universidad de Warwick, la fuente más probable de las 'superbacterias' halladas en el río Some es la planta de procesamiento de la red de alcantarillado local, ya que las bacterias que fueron encontradas en muestras de sedimentos en el río, bajo la planta, son mucho más resistentes que las de arriba.
Según los científicos, las plantas de este tipo funcionan como "recipientes de mezcla" gigantes, donde los genes que vuelven a los microbios resistentes se transmiten de unas bacterias a otras. Así, se vuelven resistentes a algunos antibióticos de los más fuertes, incluso aquellos de última generación.
Algunos microbios son resistentes a la cefalosporina, que se usa para tratar meningitis, infecciones de sangre y otras infecciones adquiridas en hospitales; otra bacteria del intestino humano es resistente al imipenem, que cura algunas infecciones muy severas que, normalmente, no se puede tratar con otros antibióticos.
"Son antibióticos avanzados en los que no esperamos a hallar estos niveles de resistencia en el medioambiente", comentó la profesora Elizabeth Wellington al periódico The Independent, según reproduce la agencia RT.
Según afirmó, el mayor problema radica en que el agua del río se usa para irrigación, en que la gente nada en el río y en que los animales, tanto domésticos como salvajes, también entran en contacto con este agua.
Además, la investigadora de la Universidad de Warwick alertó sobre que esas bacterias podrían expandirse al medio ambiente durante inundaciones, por lo cual "estamos al borde de un Armagedón y eso contribuye a ello. Los antibióticos podrían simplemente dejar de hacer efecto".
Pero, en ese sentido, no solo en Gran Bretaña se cuecen habas. Ríos y arroyos del conurbano son víctimas usuales de contaminación especialmente por la actividad industrial, que vuelca en ellos sus efluentes sin ningún tipo de control ni saneamiento alguno.
Por ejemplo, desde que técnicos del Instituto de Ecología y Contaminación Ambiental (IECA) de la Universidad de Morón realizaran en 1981 estudios sobre el Arroyo Morón, se sabe que carece casi por completo de oxígeno, lo que genera la existencia de bacterias únicas en el mundo, como la Brachionus Moronensis, desconocida hasta ese momento.
En 1994, la entidad conservacionista Tierralerta hizo un nuevo estudio específico del arroyo y concluyeron en que ese curso de 'agua' es el más contaminado del país y del mundo.