Renunció toda la cúpula del Departamento de Estado ante la llegada de Rex Tillerson
Una nueva conmoción política sacude a Estados Unidos en el nuevo gobierno de Donald Trump, seis funcionarios clave dejaron los puestos que ocupaban desde hacía décadas en una situación que puede afectar la gobernabilidad.
El flamante Secretario de Estado, Rex Tillerson, se enfrenta a su primer escollo ya que todo el personal directivo del Departamento de Estado dimitió el último miércoles, aunque la noticia se difundió hoy.
Tillerson se hallaba discutiendo los posibles candidatos a número 2 para reemplazar a Patrick Kennedy, que ha estado en ese puesto durante nueve años y dimitió días atrás, cuando se enteró que no era la única baja.
Quienes presentaron sus renuncias son la subsecretaria de Estado para la Administración, Joyce Anne Barr, el subsecretario de Estado para Asuntos Consulares, Michele Bond, y el embajador Gentry O. Smith, director de la Oficina de Misiones Exteriores.
"Es la salida simultánea más grande de la memoria institucional", aseguró David Wade, quien se desempeñó como jefe de Recursos Humanos del Departamento de Estado bajo el mandato de John Kerry. Y agregó: "Son todos puestos que requieren de mucha experiencia y difíciles de reemplazar".
A estas bajas se suman la del secretario de Estado adjunto de Seguridad Diplomática, Gregory Starr, que se retiró el 20 de enero y la de la directora de la Oficina de Operaciones de Edificios de Ultramar, Lydia Muniz,