La BBC no puede creer que Argentina sea miembro del G20
Un artículo de la BBC propone analizar los elementos que el grupo de las 20 economías más importantes del mundo considera para mantener entre sus miembros, a un país con la segunda tasa de inflación más alta, con la mayor caída de PBI y cifras récord de pobreza.
“¿Por qué Argentina está en el G20 si tiene una de las economías más frágiles del mundo?”, se pregunta la edición en español de la cadena BBC, y entre sus reflexiones aparecen las graves problemáticas económicas y sociales que vive nuestro país.
El periodista Daniel Pardo eligió esa pregunta para titular un artículo que repasa la contradictoria situación de la Argentina encabezando negativos rankings mundiales, como los de pobreza, actividad económica e inestabilidad financiera, y al mismo tiempo participando de las relaciones internacionales de las principales economías globales.
“Del grupo, Argentina ha sido el miembro más inestable en esta década. Según cifras de 2017 del Banco Mundial, tiene la vigesimoprimera economía del mundo. Suiza, que no está en el G20, tiene un Producto Interno Bruto (PIB) más grande. También los miembros de la UE Holanda y España (invitado permanente)”, compara el autor en el artículo.
El análisis incluso prevé que finalizado 2018, gracias a la caída del PBI y el rescate económico del FMI, el país que lleva tres años de gobierno macrista pierda aún más terreno en la comparación con el desarrollo de oros países.
Pardo recordó la realidad de la década de 1990, cuando nuestro país ingresó al bloque internacional en la categoría de "emergente", sostenida en aquél ficticio sistema del 1 a 1.
Al repasar el lobby de Mauricio Macri en la cumbre de 2016 en China, la BBC recordó aquella intención del expresidente de Boca de "volver al mundo", después de tres gobiernos kirchneristas consecutivos que se valieron de vínculos extranjeros alejados de los intereses occidentales, pero con muy buenos resultados en materia de negocios internacionales.
Pero la conclusión del autor explica que la celebración de la cumbre en Buenos Aires tiene sabor a un "premio" de parte de la comunidad internacional al mando de los Estados Unidos, por torcer el rumbo y la política exterior de Cristina Fernández.