Desplazado por Trump, el exjefe del FBI James Comey quiere hacerle un impeachment
El destituido Comey confirmó mediante una presentación ante la justicia, las presiones que sufrió por parte del presidente Donald Trump por la investigación de la trama rusa. Este jueves, el exfuncionario declara ante el Comité de Inteligencia del Senado, donde repasará las tres reuniones y seis llamadas que mantuvo con el mandatario en cuatro meses.
“Necesito lealtad. Espero lealtad”, le dijo Donald Trump a James Comey, según reveló el propio exjefe del FBI, desplazado por el Presidente, a o largo de una presentación por escrito, en la que detalla notas de las pocas reuniones y llamadas que mantuvo con el mandatario.
Comey acusa a Trump de haberlo presionado para no avanzar con las investigaciones en relación a los vínculos económicos no declarados del teniente general Michael Flynn con empresas rusas. Y según el escrito ya presentado, en el que detalla reuniones y charlas telefónicas, Comey hizo muy bien sus deberes al registrar por escrito cada una de las imposiciones que el mandatario pretendía de su cargo.
"El documento es demoledor", aseguró el diario El País de España que pudo acceder al registro de Comey. El primer encuentro fue el 27 de enero en la Casa Blanca: “Ocupamos una pequeña mesa oval en el centro del Salón Verde. Dos asistentes de la Marina nos atendieron. Solo entraban en la habitación para servir comida y bebida”, describe el funcionario corrido. Acemás, Comey tomó nota de que Trump insinuó que “muchos querían su trabajo y que entendería que quisiera irse”.
“Mis instintos me dijeron que en esta comida cara a cara… Trump estaba tratando de crear una relación tutorial. Eso me preocupó mucho, debido a la independencia del FBI”, detalla. “Necesito lealtad, espero lealtad”, anotó el entonces director del FBI, al tiempo que también apuntó su propia reacción: “No me moví, ni hablé ni cambié mi expresión facial en el incómodo silencio que siguió. Simplemente nos miramos". Ante la insistencia del Jefe de Estado, la respuesta de Comey fue elusiva: "Siempre tendrá mi honestidad”, se libró de responsabilidades políticas.
El 14 de febrero. También en la Casa Blanca. Terminada una reunión sobre contraterrorismo, el presidente se quedó a solas con Comey. Ahí fue cuando el mandatario le pidió que abandonase las pesquisas sobre el consejero de Seguridad Nacional, Michael Flynn, destituido la víspera y personaje central de la trama rusa. “Es un buen tipo. Espero que puedas ver la forma de dejar pasar lo de Flynn, espero que le puedas dejar ir”, le dijo Trump.
A la luz del escándalo revelado, el Congresista demócrata de Texas, Al Green, pídió "invocar los artículos que abren la posibilidad del impeachment. Si nadie más lo hace, yo mismo recurriré a esos artículos sobre el el impeachment para destituir al Presidente Donald Trump”.
Lo cierto es que en las próximas horas, Comey prestará declaración ante el Comité de Inteligencia del Senado y la resolución de la Justicia podría dejar a Trump a un paso de que se inicie su juicio político por obstrucción de la función pública.
La defensa del extitular del Bureau entiende que Trump atacó las investigaciones sobre la trama rusa, que investiga si el equipo electoral del Presidente se coordinó con el Gobierno ruso para colaborar en una campaña de desprestigio de la mano de la inteligencia rusa, contra Hillary Clinton, su competidora en las elecciones presidenciales.
Por su parte, Trump designó al sucesor: se trata de Christopher Wray, tiene 50 años y fue fiscal general adjunto con Bush.