Pese a la anulación en Diputados, el presidente del Senado busca seguir el proceso contra Dilma
Calheiros rechazó la suspensión del trámite para un juicio contra la mandataria brasileña que horas antes resolvió el jefe interino de la cámara baja, Waldir Maranhão, y determinó la continuidad del proceso. Maranhao consideró que el debate se centró en la presunta implicación de Rousseff en el escándalo de corrupción en Petrobras, cuestión que no está comprendida en la denuncia del 'impeachment'.
En un nuevo giro del politizado proceso de enjuiciamiento contra la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, ahora el presidente del Senado, Renán Calheiros rechazó la suspensión del trámite que pocas horas antes fue decidida por el jefe interino Diputados, Waldir Maranhão, buscar darle continuidad al proceso de impeachment contra la Mandataria.
Eduardo Cunha, el principal impulsor del impeachment, fue suspendido por denuncias de corrupción, por lo que Maranhão asumió la presidencia interina de la Cámara de Diputados. Pese a lo que suponía la oposición, Maranhao anuló el proceso por considerar que la votación del impeachment en el Congreso estaba fuera de los límites de la denuncia que revisaban. Cunha impulsó el juicio político a Rousseff que la cámara autorizó en abril. Este iba a suspender a la presidenta por hasta 180 días por presunta violación de una ley de responsabilidad fiscal.
Sobre la aprobación del impeachment, Maranhão, del Partido Progresista, cuestionó que los diputados anticiparon sus votos y limitaron la actuación de la defensa: "Los señores parlamentarios no tendrían que haber anunciado públicamente sus votos antes de la conclusión de la votación, en la medida que eso caracteriza prejuzgamiento y clara ofensa al amplio derecho de defensa consagrado en la Constitución".
Al respecto del fallo de la cámara baja, Dilma se mostró agradecida por el apoyo y llamó a "resistir por la democracia" pero sin violencia.
Si Rousseff es suspendida esta semana, quien asumirá un interinato de 180 días el vicepresidente Michel Temer, exaliado del Gobierno que se ha convertido en su principal enemigo. Y si Rousseff es finalmente juzgada culpable, Temer, del partido de centroderecha PMDB, quedará al frente del país hasta 2018.
Los fallos cruzados de ambos presidentes de las cámaras deja en vilo al país vecino sobre qué sucederá en la esfera política. El golpe institucional que pretende la oposición estuvo cerca de quedar sin efecto, aunque el nuevo giro que impulsa el presidente del Senado le agrega incertidumbre.