La increíble historia de cómo se gestó el regreso de Delfino a la selección
Luego de más tres años sin jugar en la NBA y siete operaciones, como en cuento, el escolta santafesino encontró en Italia a un "viejito retirado" de la medicina que lo operó y lo curó de su rebelde lesión. Leé una gran historia y mejor entrevista con el cuarto integrante de la Generación Dorada que intentará en Río continuar con el legado y la leyenda.
La historia de cómo Carlos Delfino se curó de su lesión rebelde y volvió a entrenarse con la selección es tan buena como la nota que Fabián García -de Basquet Plus-, le realizó al 'Cabezón'.
Comienza así: "Estaba en Bologna, Italia, en setiembre del año pasado, luego de la frustrante sexta operación de su maltrecho pie, que lo tiene sin jugar un partido oficial desde el 1 de mayo de 2013. Decidió ir a cortarse las uñas de los pies. Mientras realizaba su trabajo, el podólogo le dice '¿lo viste a Giannini?'. '¿Quién es Giannini?', contestó Carlos. Entonces el podólogo le contó que era profesor de la Universidad de Bologna, un crack".
A continuación, sin mucho más preámbulo, reproducimos tal cual la entrevista al cuarto integrante de la Generación Dorada que volvió a ilusionar al mundo básquet y a los hinchas de otros deportes de cara a Río 2016.
Nota completa
Delfino empezó a averiguar y descubrió que Sandro Giannini tenía 78 años. Algunos le decían que ya no operaba más y le recomendaban otros. Pero Carlos quería conocer a Giannini. Cuando finalmente lo encontró, el viejo Giannini le ofreció una operación que nadie antes le había ofrecido: "Acá no hay que poner, hay que sacar huesos", dijo el hombre. "Plata o mierda", pensó Delfino. Y el 11 de noviembre se puso en manos de Giannini. Apenas terminó la operación, Delfino se dio cuenta de que algo había cambiado.
Yeso 3 semanas. Cuando va a ver al doctor, le saca el yeso y le dice que se vaya caminando. Delfino no entendía nada. No había llevado ni la zapatilla derecha. Giannini le dijo que empezara a mover el pie y volviera en un mes. Fue el 21 de diciembre. Con una muleta. Giannini lo retó. "Te dije que camines, sin nada". Delfino tenía miedo, por eso era más precavido.
"Me fui a Punta del Este de vacaciones y antes de Año Nuevo me manda un mensaje: '¿empezaste a correr?' Yo no entendía nada. Entonces me explicó que me había sacado lo que tenía que sacar y que ahora tenía que moverlo. De hecho yo me desperté en la operación y ví lo que hacía. Ví huesos que eran como ceniza, estaban muertos. El tipo sacó todo, rellenó con otras cosas, hicimos celulas madre también. Y así fui empezando. Aunque él me dijo de correr en enero, recién me animé a fines de febrero a caminar largas distancias y a mediados de abril a correr. Lo que pasa es que ahora tengo que recuperar musculatura, porque durante 3 años la pierna estuvo parada. Pero no tengo dolor".
Sandro Giannini
-¿O sea que desde noviembre a hoy nunca volviste a tener el dolor de antes?
. Absolutamente no. Cero.
-¿Y en qué situación te das cuenta hoy que pasaron 3 años sin jugar?
. Cuando veo algo en el juego y no llego. Hay cosas que trato de no hacerlas. Grippo me dice que vaya tranquilo. Pero a mí me gusta competir. Soy igual que como era antes. Erro un tiro y me enculo. O cuando veo que me falta ritmo de juego. Pero son procesos. Son cosas que vienen solas.
- Imagino que hubo un momento en el que se te prendió una lamparita y te dijiste, ¿por qué no los Juegos?
. Yo hablo con Sergio un día y me dice "supongo que no nos encontraremos en Las Vegas, vos con un equipo y nosotros con la selección. Tal vez podés ir". La esperanza la tengo hace meses. Estaba entrenándome solo en Santa Fe, viendo al kinesiólogo de la Virtus Bologna. Pero no sabía si podía pasar o no. Dio la lista y entonces me dediqué a lo mío. Después, hablé con él y se dio. La ilusión es enorme. Tengo mil cosas en la cabeza. Muchas emociones, pero también me fue cambiando la oja de ruta. Porque yo me preparaba para una cosa totalmente distinta.
-¿Querías ir a una liga de verano?
. No, ni siquiera. Iba a ir a unas pruebas individuales. Solo. Conitos, velocidad, tirar. Te ven...hice mil pruebas NBA. No estoy para ir a una liga de verano con chicos de 18 años. Con lo que estaba haciendo me daba para eso. La parte de juego iba a ser para octubre. Cuando cambia el plan, me encuentro jugando 4 contra 4 una semana después, un amistoso entre nosotros mismos...después de 3 años parado y 7 operaciones, fue un cambio grande. No estoy pensando en el pie. Me duele todo menos el pie. Estoy chocho. Hoy incluso en el amistoso hice una mueca porque pisé un pie, y me miraron todos, porque me fui riendo. No pasó nada. Son pruebas que tengo que pasar. Pisar un pie, una zapatilla de un rival. Seguí corriendo y por eso me reí. No me imaginaba hace 15 días que iba a poder hacer esto.
- Ahora, desde el día que Sergio dio la lista hasta que te convocó, algo pasó, porque si no te hubiese llamado de entrada.
. Sí, a ver, cambiaron un poco las conversaciones, supongo que él se enteró para lo que me estaba preparando y cómo estaba yo. Yo digo siempre que esto es como andar en bicicleta. Hay cosas que salen natural y otras que hoy las estoy viendo que me falta un poco para llegar. Pero estoy ahí. Lo voy a alcanzar solamente jugando. Yo estoy tranquilo. Hoy jugué 20 minutos un amistoso después de 3 años. Chapu me cargaba y me decía "¿sabés quiénes son los de verde?", por los árbitros. Es una cosa rara. Por momentos dejé de pensar en el básquet y ahora estoy entrenándome para ver si puedo ir a los Juegos.
- Hay que estudiar los genes de la provincia de Santa Fe, porque Herrman y vos no juegan 3 años, vuelven y parece que no hubiese pasado el tiempo.
. Ojalá pueda volver como volvió Walter, que siguió jugando y ganando. Son ganas. Y ser cabeza dura. Si tuviera el pie como la cabeza no llevaría 3 años sin jugar. Igual, yo siempre me entrené. De hecho, incluso esta lesión fue por sobrecarga, porque no paraba nunca. Y el talento, ¿qué es? Ahora de grande por ahí me doy cuenta que algunas cosas me resultan más fáciles en un caso así, pero lo demás fue entrenamiento.
- Admiro enormemente que tengas la mentalidad para superar lo de las 7 operaciones, juegues o no en Río. Me parece que volver a intentarlo es alucinante.
. Pasé procesos. Después de la primera operación, la segunda, la tercera...estaba contratado. Tenía que hablar con la franquicia. Después me quedé sin equipo, sin nada, y dejé de pensar un tiempo en el básquet. No quería saber nada con ningún deporte de competición. Llegué a pesar 115 kilos. Hoy estoy en 99. En enero del año pasado perdí a mi abuela. El último día quería salir a caminar conmigo. Ella murió y me quedó eso como una motivación. Ahora tengo que volver, me dije. Fui a la prueba con San Antonio, ahí me vieron y me dijeron que el pie estaba para atrás, entonces me operé antes del Preolímpico, pensando que era una cosa mínima, pero apenas salí pisé y me dí cuenta de que estaba igual. Ya hasta mi viejo me preguntaba si tenía sentido seguir probando.
- Entonces llegó lo de Giannini que hablamos al principio. Me imagino cuando llegaste a la concrentación. Debiste fijarte cómo te miraban todos...
. La radio del equipo es Chapu, y viene y me dice "¿qué pensás que nos podés brindar?", y se empezaron todos a cagar de risa. Pero bueno, hay chicos que por ahí ni me vieron jugar. Vaulet se entrenaba con mi hermano. Y ahora es mi compañero. No sé qué pensarán ellos. La realidad es que yo estaba hace poco enseñándole a tirar al aro a mi hijo chiquito, y después entrenándome con Lucio (su hermano). Y de pronto estoy acá defendiendo a Ginóbili en la práctica. Hay una diferencia...son cambios grossos. Yo soy un tipo tranquilo. Sé que tengo la imagen de que todo me chupa un huevo, pero la verdad es que estoy muy contento. Estoy de nuevo en el parque de diversiones.
-¿Los veteranos sabían tu proceso?
. Sobre todo Manu. Y Sergio. Porque los otros que sabían eran Fabricio (Oberto) y Pablo (Prigioni).
-¿En estos 3 años con qué calmaste la adrenalina?
. Con mis hijos. Disfruté estar en casa, vivir el día a día. Los chicos no me vieron jugar nunca. El otro día le digo a uno, "papá se va a jugar al básquet". "¿Vos jugás al básquet"? Me dice. "Sí", le contesto. "Ah, como yo, ¿y hacés gol?". "Sí, golazos". Y me dice: "No, golazos hago yo". Son cosas emotivas, que me mueven. Si hubiese sabido que iba a estar parado tres años por ahí empezaba algo. El tema es que las rehabilitaciones son recontra metódicas. Son 6/8 semanas cada una en donde no podés ni pisar. Tenía callos por las muletas.
-¿Y lograste sacarte la frase "si hubiera" de la cabeza?
. Mirá, cada vez que me operé fue convencido de que era lo correcto. Ya pasé el momento. No me sirve de nada. Dí vuelta la página. Justo me había contratado un equipo de la NBA, que de hecho hoy me sigue pagando. Tengo el último contrato vigente de los Clippers, pero devolvería la plata por los 3 años que me perdí. Pero eso no lo puedo cambiar. Sí puedo cambiar para adelante. Todo lo que podía hacer lo hice: ví brujas, médicos, hice reiki, probé todas las máquinas que existen...hasta tengo la estampita de San Expedito acá en el teléfono, que siempre está conmigo.
- A la larga encontraste la solución en un hallazgo.
. Fue un hallazgo total. El tipo estaba medio jubilado.
- Es para creer en el destino.
. Totalmente. Yo estuve ahora en Bologna. Y fui a ver al podólogo. Lo abracé y le dije que me había cambiado la vida (se le llenan los ojos de lágrimas). El tipo no sabía que me había operado con Giannini y no lo podía creer. Y nos pusimos a llorar los dos.
- Recién decías que diste vuelta la página. ¿Estás en una sola página o sos capaz de mirar un poco más allá de Río?
. Quiero jugar. Olvidate. Se lo dije a Sergio. Me alimento de eso. Yo me estoy entrenando para ir a los Juegos. Yo creo que voy. Trabajo así. Si no puedo, no puedo. Pero en el peor de los casos volveré a ser un jugador de básquet. Creo que lo único que podría cortar esto es ir a los Juegos y ganar la medalla de oro. ¿Para qué mierda seguiría jugando? Jaja. En serio, quiero seguir jugando. Me siento joven y estoy seguro de que me voy a poner bien.
- La energía extra de poder ir a los Juegos imagino que funciona todavía mejor para tu momento.
. Era el mejor experimento. Yo iba a ir a entrenarme y me iban a ver dos posibles compradores en la NBA. Estoy es más difícil y vertiginoso, pero si estoy en los Juegos me va a ver todo el mundo.
- Te interrumpo. Igualmente, si ibas a hacerte una prueba a Estados Unidos era porque creías que podías jugar en la NBA.
. Seguro. Y si me preguntás, me siento un jugador NBA. Quiero volver para hacer cosas interesantes. Ese es mi objetivo.
- Eso incluye Europa.
. Seguramente. Pero no tengo ahora la cabeza en eso. No me importa ni el seguro, ni si alguien pregunta por mí. Nada. Me chupa todo un huevo. Estoy acá, tan tranquilo, que lo único que pienso es volver a ser un jugador de básquet.
-¿En qué momento se te va a cargar el chip completo de jugador de selección y no de estar en proceso de volver a ser deportista?
. Yo no estoy contento solo por estar. Desde el primer día estoy compitiendo. No me conforma solo entrenarme. Arriesgo mucho más, pero es una competencia. A mí me gusta eso. Tengo muchas competencias abiertas: contra mí mismo y contra los compañeros que quieren quedar también.
-¿Y si le tenés que contestar a lo que te dijo Chapu el primer día qué le dirías?
. Que no voy a ser el del 2010, pero la experiencia y lo que he jugado me van a permitir que, si estoy bien físicamente, pueda ayudar al equipo. Lo sé. Por algo Sergio me tiene en cuenta. Si no ya me hubiese metido una patada en el orto. Además yo le dije a Sergio que no quería que me regale nada. No quiero ir de paseo.
- Manu dice que no es descabellado pensar en una medalla, Scola que lo importante es dar el ciento por ciento y que eso marcará el lugar donde debamos estar. ¿Vos por qué lado vas?
. Todavía no tenemos un equipo formado. Va a ser durísimo como todos los Juegos. La zona es difícil, los cruces más difíciles, pero a mí no me asusta nada. ¿En FIBA quién tiene un Scola, un Ginóbili? Estaba mirando recién a Croacia. Hablaban de Saric, Saric. ¿Si tenés un pan y queso entre Saric y Scola, a quién elegís? Estamos más viejos, pero si vas a la sustancia, no me preocupan los demás.
- No abortás la ilusión de la gente.
. No, absolutamente. Tampoco al fogoneo. Soy conciente. Más ilusión que la mía...