Con un golazo del mediocampista del Real Modric, Croacia venció a Turquia
Croacia sigue creciendo en el viejo continente. Este sábado y de la mano del jugador 'Madridista' venció a Turquia en Paris por el grupo D. Mirá el golazo de volea que metió.
Nota 'Marca' de España:
El balón bajó con agua del cielo encapotado de París. Era una pelota destinada a perderse en el olvido. Hasta que bajó a la tierra y apareció Luka Modric. A cualquiera no se le ocurre la idea de intentar meterla según venía, pero Luka la tuvo y la ejecutó. Disparó con la derecha de volea y sorprendió a Europa. También a Babacan, que cuando vio el meteorito había traspasado sus guantes. Modric marcó el único gol del partido antes del descanso. Fue la declaración por escrito de su exhibición en el Parque de los Príncipes, estadio que coloca futbolistas en altares.
El golazo de Luka Modric no resume el partido del madridista. El 10 de Croacia fue dueño y señor del Parque de los Príncipes durante casi dos horas. Como si estuviese impartiendo una clase a los niños croatas en alguna zona verde de Zadar. Luka fue el abanderado del estreno de Croacia en esta Eurocopa. Avisó, entre otros, a España. A ver quién se la quita a Modric.
La gran actuación de la selección de Cacic contrastó con la del ejército de Terim, atacado por todos los lados en la segunda mitad cuando el partido pedía una respuesta turca al golazo de Modric. Croacia se defendió con el balón y dejó a Turquía sin respuesta. No llegaron más goles, croatas claro, por culpa de los palos. Croacia tocó madera hasta en tres ocasiones. Hay esperanza en los Balcanes.
De la mano de Luka
Croacia fue mejor que su rival durante toda la tarde. Siempre en torno a Modric, canalizador absoluto del juego croata y también su primer defensor. A su lado, destacaron otros héroes de la causa croata. Corluka representó el todo por la Patria. Comenzó sangrando y acabó sangrando. Se quedaron sin vendas en el botiquín y él siguió al pie del cañón. En él murió la última opción de Turquía, cuando Corluka tuvo que lanzarse al suelo en un partido en el que estuvo disfrazado de momia. A los lados de Modric también brillaron Perisic y Brozovic. Les faltó el gol, pero fueron una pesadilla continua para Turquía.
Mandaba Croacia, pero el marcador no lo reflejó hasta que Modric clavó una volea que recordó a la de Zidane en Glasgow. No sabemos si Roberto Carlos mandó la pelota más arriba que Inan en su afán de despejar. Luka ya había dejado huella, pero lo escenificó con su celebración en el césped.
Los palos frenan a Croacia
La segunda mitad reclamó una reacción turca que no existió porque no quisieron los croatas. Srna mandó una falta al larguero y el miedo otomano a la sentencia fue una losa demasiado pesada. Perisic y Brozovic también tocaron los palos. Y Croacia perdonó. Dejó con vida a Turquía, selección que aprovecha cuando su rival tiene algún tipo de miramientos. Pero tampoco.
Terim tuvo que quitar a Arda, desaparecido. Mucho mejor no estuvo Çalhanoglu, al que sólo vimos sacar alguna falta que se perdió en el olvido. Lo que no se olvidará será la exhibición del Príncipe Modric. Croacia quiere reinar en Europa con Luka a la cabeza.