Gustavo Di Pace narra historias entre la muerte, la vigilia y los sueños
En su último y tercer libro de cuentos, Di Pace nos trae textos que se entrelazan a través de temáticas que generan un cuerpo de lenguajes más que atrapantes.
La muerte esa “exasperante demócrata”, como la define Gustavo Di Pace, siempre resulta atractiva a la hora de narrarla. Tal vez sea el morbo de saber que tarde o temprano la encontraremos cara a cara, o el misterio que genera ante su forma de llegar a nosotros, pero claramente suele ser una temática que ofrece historias deseables de ser leídas.
El libro de nueve cuentos “El chico del ataúd”, publicado por Alción Editora, está sumamente pensado en la elección de sus textos. No hay lugar para la idea de “amontonar” historias sino que están unidas por hilos claves que incluyen los mundos, a veces extrañamente paralelos, de lo real y lo onírico y de la vida y la muerte.
En el cuento que da nombre al libro, Di Pace recrea un universo casi salido de una película de Tim Burton. Hay una carga onírica y una historia familiar sin resolver que necesita dar lugar a una despedida. En “Dios guarde a Vuestra Señoría”, el autor nos introduce en el mundo de un forense y un eviscerador, donde el morbo cede ante las reflexiones existenciales sobre la vida rodeada por la muerte. En el cuento “Aquiles Manzi en busca de una pesadilla” la pregunta clave es: “¿acaso presenciar un asesinato no es suficiente para detonar una pesadilla y… recordarla?”. Olvidar a veces puede ser una opción salvadora.
En “Persecusiones”, “La Bacinilla” y “¡Basta de aplausos!” se aborda la muerte policial ¿permitida?, el “maldestino” y el fin paradójico de ciertos sueños. En el cuento “La Visitante” Di Pace ofrece una vuelta de tuerca interesante ante un fantasma emocional: el fantasma de un deseo.En “Los cinco minutos del crepúsculo” queda en evidencia que los muertos, a veces en vida, pueden unir a los vivos.
Finalmente “Delfines del Plata” representa cierta rareza en el conjunto de textos aunque la pregunta que se hace el personaje sobre: “¿En qué realidad vivo yo?” permite aunarse con las historias previas.
Gustavo Di Pace ofrece literatura sólida, reflexiva, con la musicalidad de los latidos que separan los mundos en lo que vivimos, lo que soñamos y tal vez lo que experimentemos cuando la muerte nos visite.
El chico del ataúd- Gustavo Di Pace
Alción Editora- Cuentos, 2014 pp 93.