Erbetta, Tenenbaum y Yuszczuk al frente de Rosa Iceberg y los “libros que les gustaría leer”
En un año en el que muchos sellos pequeños apostaron al mercado editorial a pesar de las dificultades, tres periodistas y escritoras decidieron unirse y trabajar a partir de sus lecturas y escrituras.
La rosa 'Iceberg' o 'Schneewittchen' es una variedad de la famosa planta perfumada que fue obtenida en Alemania en 1958 por Wilhelm Kordes II y su hijo Reimer. Este tipo de planta moderna tiene como principal cualidad ser "floribunda" lo que significa que posee muchas flores, nacida de experimentaciones e injertos en el arte del cultivo.
El proyecto editorial Rosa Iceberg parece retomar este espíritu de cruces y publicar "con la idea de buscar y editar los libros que les gustaría leer". Así lo presentan Marina Yuszczuk, Tamara Tenenbaum y Emilia Erbetta que para dar el inicio a la editorial decidieron convocar a futuros lectores y así financiar los dos primeros libros de la misma- "La chica del milagro" de Cecilia Fanti, y "Los arreglos" de Marina Yuszczuk- utilizando la plataforma colectiva Ideame.
— En la presentación de Rosa Iceberg se focalizan en un punto en común entre las tres, “el encanto por leer libros” ¿qué tan diversas son esas lecturas?, ¿en qué coinciden?, ¿qué las diferencia?, ¿cómo incidieron esos textos leídos para pensar el proyecto editorial?
Tamara Tenembaum — Bueno, yo con las chicas siento una comunión en particular con los gustos aunque obviamente puedan aparecer diferencias respecto de tal o cual libro y con Cecilia Fanti, que es super leída pero super, también coincido mucho. Cecilia y yo fuimos al mismo taller de escritura- el de Santiago Llach- y algo de las lecturas de ese taller, de Lorrie Moore y de ese tipo de cuento norteamericano, esas autoras con sus mundos mágicos y melancólicos, algo de eso siento que compartimos. En relación con eso mismo Marina y yo flasheamos mal este año con Lucia Berlin, también. Y con Emilia también he conversado mucho, ella va al taller de (Josefina) Licitra y sé que tenemos una pasión parecida por la no ficción, un tipo de textos que esperamos publicar pronto. Esas conversaciones creo que fueron clave para entusiasmarme con el proyecto editorial.
— Hablemos del catálogo, lo plantean como “libros que les gustaría leer”;¿de qué manera fue la selección de los dos primeros títulos ? ¿Qué hay más allá del gusto?
Marina Yuszczuk — "Los arreglos" estaba listo para publicar, y fue lo más natural empezar por ahí; con respecto a "La chica del milagro", sabíamos de su existencia por una amiga en común aunque no conocíamos a Cecilia (Fanti), así que le escribimos para pedirle el libro. Nos gustó enseguida, encontramos una escritura elaboradísima ahí, que generaba a partir de una experiencia de la autora (un auto la atropelló y como consecuencia se le fracturó una vértebra, pasó mucho tiempo internada) un relato totalmente inmersivo que se podía sentir en el cuerpo todo el tiempo, y a la vez abría una serie de cuestiones muy densas sobre lo físico, la identidad, el estar en manos de otros. Creemos que las experiencias tienen un valor incalculable, entre otras cosas, como modo de salirse de la literatura en tanto máquina que se reproduce a sí misma.
Tamara Tenembaum — Creo que más allá de los géneros y de las decisiones hay algo del cuerpo y de las experiencias, eso que dice Marina, que nos convoca en este momento. También algo de lo chiquito, de lo que no se ve. "Los arreglos" tiene eso por todos lados y "La chica del milagro", aunque sea más “espectacular” la historia, también lo tiene; desde el punto de vista al menos, desde bajarse de una épica y meterse más con esas cosas de las vidas, las casas y los cuerpos que no contamos ni miramos. Y creo que eso tiene una relación, super mediada y compleja pero la tiene, con una idea de feminismo y de reivindicar eso que se pensó mucho tiempo como nimiedades, tonterías, cosas de minas.
— Como mencionamos uno de los títulos es de Marina ¿cómo es el proceso de ser la editora y escritora al mismo tiempo? ¿Cómo fue para las otras directoras trabajar sobre el texto “Los arreglos”?
Emilia Erbetta — Trabajamos con “Los arreglos” igual que con “La chica del milagro”: leímos, charlamos sobre el libro, pensamos dónde era más fuerte y qué textos podían crecer, no hubo en este caso diferencias entre el tratamiento de los dos libros. Marina lleva muchos años escribiendo poesía y eso le da una capacidad muy grande para trabajar sobre sus propios textos con precisión. Ella pudo trasladar ese oficio de poeta a su primer libro de cuentos y a eso Tamara y yo le sumamos nuestra mirada y nuestra experiencia como lectoras, editoras y, por qué no, también como amigas.
Tamara Tenembaum — Yo del libro de Marina opiné solo por las cosas que ella preguntó, y un poco sobre la cohesión, pero porque ya nos llegó casi terminado. El proceso con Cecilia creo que fue más de todas pero no por nada en particular con ella sino porque no estaba terminado cuando llegó. La verdad al principio tenía dudas (y creo que todavía las tengo) sobre cuánto hay que meterse en un texto literario ajeno, yo edito textos periodísticos y aunque siempre respeto al autor ahí hay otra impunidad. Pero Cecilia fue hiper abierta y receptiva y además estuvo muy en sintonía con las cosas que nosotras pensamos sobre su texto así que, aunque no tengo una respuesta definitiva a esta pregunta de los permisos que una como editora debería poder tomarse, en la práctica se resolvió.
Marina Yuszczuk — Es la primera vez que trabajo un libro con alguien más, mis libros anteriores de poesía los escribí en soledad y no los consulté con nadie. En este caso, por ejemplo, hubo un cuento que a las chicas no les parecía bien y lo saqué sin dudarlo, me di cuenta muy pronto de que si la idea era trabajar en grupo había que manejarse así, y creo que el libro quedó mejor.
—¿Por qué eligieron Ideame para lanzar el proyecto editorial?; ¿Sólo van a trabajar con publicaciones en papel o también e-books?; ¿Los próximos títulos también van a salir por este sistema?
Emilia Erbetta —Elegimos Ideame porque nos pareció el sistema ideal para lanzarnos como editorial con una preventa. Las tres trabajamos como periodistas y la inversión inicial que necesitábamos para entrar a imprenta se nos hacía imposible. En ese sentido, la financiación colectiva nos pareció perfecta porque no se trata de “pedir una colaboración” sino de vender los libros en diciembre y entregarlos en febrero respaldadas por una plataforma que garantiza que esto va a pasar, más allá de que nuestros potenciales lectores y lectoras establezcan un pacto de confianza con nosotras y con la editorial. Todos los libros de Rosa Iceberg van a publicarse en papel y como e-book.
—¿Cuál es el riesgo como editoras- siendo escritoras, periodistas- que proponen con Rosa Iceberg?
Tamara Tenembaum — Yo supongo que exponerse siempre es un riesgo, siempre es una valentía, y nosotras en Rosa Iceberg desde nuestros primeros libros y también desde ciertas decisiones estéticas nos estamos jugando por el exponerse, el poner la cara y poner el cuerpo. Pienso en una decisión que tomamos muy al principio que es poner a las autoras en la tapa, algo que queremos que defina nuestra estética, no solamente estos dos primeros libros. Y esto de contar los cuerpos, la intimidad, la experiencia, de animarse a lo que no es importante y a lo que no es lindo, a lo que no es heroico y lo que no te deja bien parada, yo creo que todos esos son riesgos y con el gesto de poner a la autora en la tapa estamos diciendo que ella se banca ese riesgo, me parece.
— El nombre es sugerente entre una rosa trepadora y la Fée des Neiges (el hada de la nieve) ¿cómo llegaron a ese título?
Marina Yuszczuk — En el último cuento de "Los arreglos" aparece la rosa iceberg durante una conversación entre dos mujeres. Nos quedó resonando ese nombre, que toma un elemento tradicionalmente femenino (de hecho la rosa en la poesía aparece representando a la mujer, o asociada a ella) pero a la vez, en el “iceberg”, trae algo de peligro. Y además, claro, está esa cualidad de la rosa iceberg que puede ser una enredadera, son flores que no crecen solas sino de a muchas.
Tamara Tenembaum — Cuando pensamos el nombre mi novio me dijo que había entendido que era “Rosa Aizberg”, como una vieja judía amiga de Rosa Luxemburgo, y me divirtió también esa ambigüedad. Además de todo lo que dice Marina me gusta mucho sonoramente, las consonantes, tiene contundencia.
— Rosa Iceberg viene a insertarse en un mercado editorial que para muchos está colapsado y al mismo tiempo poco aprovechado, y con una fuerte competencia a la hora de diferenciarse entre los sellos más pequeños ¿cómo lo ven?
Marina Yuszczuk — Desde el punto de vista del mercado puede ser que haya una fuerte competencia; en nuestra percepción, lo que vemos entre los sellos independientes es mucha colaboración, alianzas, como en la feria La sensación que se hace en La internacional argentina y de la que participan varias editoriales. Mariano Blatt y Damián Ríos de Blatt&Ríos nos ayudaron con algunos puntos, como lo legal, lo mismo que Ioni Scheines y Matías Duarte, de Galería Editorial. Hay una serie de saberes ahí que se va transmitiendo de una editorial a otra, no encontramos más que cosas positivas en eso. Con respecto a lo colapsado que pueda estar el mercado, yo me formé como poeta a fines de los noventa cuando muchos hacían libros en fotocopias porque no había un mango de verdad, las editoriales independientes hacían libritos baratísimos y fue un momento de creatividad brillante; a pesar de la caída de las ventas, creo que este es un momento en el que es mucho más accesible editar y publicar.
Tamara Tenembaum —Bueno, el idea.me nos sirvió para sortear el tema de la inversión inicial. Yo creo que no estoy de acuerdo con que el mercado está colapsado ni poco aprovechado, y sí con esto que dice Marina de las alianzas; los editores independientes e incluso no independientes han sido muy generosos con nosotras. Además de los que mencionó Marina, Julieta Mortati de Tenemos Las Máquinas nos mandó manuscritos que pensó que nos podían interesar, y en el idea.me hay editores de Random y de Anagrama que han colaborado con nosotras, en un gesto que me parece súper lindo. Sí quizás creo que hay un desafío que tiene que ver con ampliar públicos, y que nos interesa mucho. Pero creo que ese es un trabajo colectivo, el juego no es “ganarle” a las otras editoriales: cuanto más público para la literatura independiente haya (y la literatura independiente va de la poesía de vanguardia al policial negro, hay de todo) es mejor para todos, no para Rosa Iceberg o una editorial en particular. Eso pienso yo y creo que es desde ese principio de comunidad y generosidad que queremos insertarnos en relación con otras editoriales.
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La preventa de los primeros dos títulos de Rosa Iceberg
"La chica del milagro es el primer libro de Cecilia Fanti, y es el relato de una experiencia con el cuerpo. La narradora es una chica que vivía entre libros cuando un accidente invierte las jerarquías y hace que lo físico pase al centro de la escena. No solamente hay un cuerpo en la cama de un hospital: se trata de un cuerpo intervenido, hablado, decidido por otros. Cecilia no puede moverse pero se mantiene lúcida y de esa lucidez nace La chica del milagro. Podría ser un tópico de un relato de terror, la persona tendida bajo una luz blanca y sin poder moverse, pero la escritura de Cecilia Fanti lo vuelve una oportunidad para mirar el mundo desde la cama y entrar a la literatura desde un estado que es una pesadilla para cualquiera: el del cuerpo que nos deja de pertenecer".
"En el centro de Los arreglos, en cambio, hay una casa, pero es una casa rota. Una familia nueva que busca su lugar mirando a otras familias. La precariedad de la vida juntos se filtra en distintos géneros, más cerca del terror cuando los cuentos se ocupan de una pesadilla que rompe la familiaridad en medio de la noche, o de una casa cuyos cimientos húmedos y oscuros capturan la imaginación de la narradora, o de lo fantástico cuando se trata de mirarse en el espejo terrible de las caras de los viejos. En el espectro de casas, relaciones y familias que abre Los arreglos aparece la dificultad material de la vida, el fin de la juventud y todo el imaginario que se construye por encima de cosas tan básicas como la vivienda y el reparto del trabajo, en un momento en el que surge la pregunta por las cosas que pueden arreglarse y las que no, y la melancolía por lo que está roto. Estos cuentos conforman el primer libro de narrativa de Marina Yuszczuk"
¿Quién es quién en Rosa Iceberg?
*Marina Yuszczuk es Doctora en Letras y hace años que se dedica al periodismo y la crítica de cine en el suplemento Las12 de Página 12 y actualmente en revista La Agenda Como poeta publicó los libros Lo que la gente hace (Blatt & Ríos 2012) ; Madre soltera (Mansalva, 2013), y La ola de frío polar, (Gog y Magog, 2015). Su primera novela, La inocencia, se publicará en los próximos meses por la editorial Iván Rosado.
*Tamara Tenenbaum nació en 1989 en Buenos Aires, donde todavía vive. Es Licenciada en Filosofía por la UBA y trabaja como periodista desde 2011. Es subeditora en La Agenda y colaboradora permanente en el diario La Nación. También colabora en Infobae, Maleva, Planeta Joy y otros medios.
*Emilia Erbetta nació en 1984 en Bahía Blanca y desde hace 10 años vive en Buenos Aires. Estudia Sociología en la UBA, es periodista desde 2011 y escribe sobre viajes, cultura y sociedad en Página 12, Brando y La Nación.
El logo de la editorial es obra de Mora Sánchez Viamonte. El diseño de tapas- con fotos de Anita Bugni- e interiores es de Matías Duarte.