Fue una de las noteras destacadas durante la crisis del 2001 cuando recorría las calles y se topaba con piquetes reclamando trabajo y comida, y gente de clase media frente a los bancos exigiendo sus ahorros.

Así Mercedes Ninci fue armando su estilo y ganando lugar en el Grupo Clarín. Pero como todo tiene un límite, su sobreactuación constante, su tono de voz siempre al borde de la histeria, y su afán de protagonismo que la llevaba a ponerse por arriba de cualquier noticia, terminaron cansando.

El tiempo pasó y su estrella se eclipsó. Hoy cubre la actualidad pero ha perdido impacto, ha dejado de ser ‘la cordobesa audaz y y un tanto atolondrada’, para convertirse en una repetición de sí misma.

En el lamentable paso de comedia que protagonizó en el programa que conduce Carmen Barbieri en El Trece, dio una muestra más del dolor de ya no ser.